sábado, 28 de julio de 2012

El que lanza lodo a los demás, lo primero que ensucia son sus manos

Recuerdo que hace varios años la joven cantante Britney Spears,  quien se encontraba en su mejor momento artístico, dijo en una entrevista que ella aún consevaba su virginidad y quería llegar así al matrimonio.  Casi inmediatamente su ex novio Justin Timberlake, quien también era un joven cantante muy reconocido, dijo en otra entrevista que ella mentía porque mientras fueron novios habían sostenido relaciones sexuales entre ellos.  A pesar de que ella no negó (ni aceptó) los comentarios de él, Justin recibió críticas por haber comentado sobre su pasada relación con ella.

La pregunta automática es, ¿quien de los dos mintió?  Para cualquier mujer es muy fácil médicamente, evidenciar que se mantiene virgen, si es que realmente lo es.  Tratándose de reconocidas figuras públicas, también es muy fácil tomar acciones legales por daños y perjuicios a los que intentan afectar su carrera artística porque ellos viven del aplauso del público y tienen un equipo de relacionistas que se encargan de estos asuntos.  Ninguna de las dos cosas ocurrieron, entonces, ¿quien mintió?  ¿Tiene una mujer derecho a mentirle impunemente a su futura pareja en relación a esto?  ¿Cual es el propósito?  ¿Tiene el hombre que callar sólo porque ella es mujer?  Sobre este asunto, ¿tiene o nó la futura pareja de ella derecho a saberlo?  ¿Tienen ellas licencia para mentir sobre su sexualidad sólo por ser mujer?

El pasado 11 de febrero de 2012 falleció la cantante norteamericana Withney Houston.  Seis semanas después, el 23 de marzo, el forense del Condado de Los Angeles informó que del examen que se le realizó en la autopsia encontró residuos de cocaína, marihuana, xanax y benadril.  Después de su muerte se acusó en la radio, la televisión y en las calles, a su ex esposo el cantante Bobby Brown de haberla arrastrado al mundo de las drogas.  El negó esa responsabilidad y declaró que comenzó a utilizar drogas cuando la conoció a ella y dijo que planificaba contar la verdad con los detalles en un libro que estaba pensando escribir.  Posteriormente trascendieron alegaciones de que Ray J, quien también es artista y era el novio de la cantante al momento de su muerte, era la persona que le proveía la droga a ella.  Molesto y furioso él lo negó.  En este ejemplo real se evidencia claramente la tendencia que existe a proteger la apariencia de la mujer como género en contra de, y perjudicando a, el género de los hombres.  ¿Tiene que ser así?  ¿Porqué? 

En un curiosidato leí que en el hundimiento del transatlántico Titanic en 1903 murieron más de mil quinientas (1,500) personas de las cuales menos de cien (100) fueron mujeres.  Si este dato es cierto, ¿Se debió esto a que al momento de salvar vidas... "mujeres y niños primeros"?  Esto significa que casi la totalidad de los que allí murieron fueron hombres.  La parte de los niños la comprendo pero, ¿tiene que ser así?  ¿Porqué?  ¿Hasta cuando?  Sin embargo cuando surge una guerra, "los hombres son primeros".  Esto también significa que casi la totalidad de los muertos en combate son hombres.  ¿Tiene que ser así siempre?

¿Puede exigir Paquita la del Barrio el respeto de todos los hombres sólo por ser mujer?  Por una teta no fué vaca.

En Puerto Rico y otros países existen oficinas públicas, también oficinas privadas que reciben fondos públicos, cuya función es proteger a las mujeres y velar por sus derechos a la misma vez que permanentemente reclaman más derechos para ellas.  ¿Proteger a las mujeres de quién, de los extraterretres?  ¿De otras mujeres?  ¿De las picadas de mosquitos?  ¿De las criaturas de los oceanos?  Es evidente e incuestionable que estas oficinas defienden derechos de la mujer frente a los hombres.  Cuando las mujeres son niñas las protegen la Oficina del Procurador de Menores, al igual que a los niños.  Cuando es una mujer adulta las protegen la Oficina de la Procuradora de la Mujer.  Cuando una mujer pasa de la tercera edad (más de 60) las protegen la Oficina del Procurador de la Vejez, al igual que a los hombres.  Esto quiere decir que el género femenino tiene a través de toda su vida un sistema de protección en perjuicio del género masculino porque éste sólo tiene protección mientras es niño  y cuando es envejeciente, pues no existe Oficina del Procurador de los Hombres.  Tienen ellos que hacer sus reclamos individualmente, cada uno a su forma y manera (recordamos a Cheo el gruero).  Esta situación evidencia una vez más que no existe presunción de inocencia para los hombres en cualquier controversia frente a una mujer.  ¿Es esto igualdad?  Excluir es discriminar. 

Mientras tanto continuamos aceptando "mujeres y niños primeros" en perjuicio propio. ¿Porqué tienen los hombres que proteger la reputación y la apariencia de las mujeres como género si esta acción no es recíproca?  ¿Es esto justicia divina?  Los más recientes ejemplos se vén con la nueva modalidad social de las mujeres de celebrar entre ellas los divorcios en los que se burlan y satanizan a los hombres.

Son innumerables los ejemplos que se pueden citar en los que la opinión pública (¿opinión pública o grupos feministas?) a través de los medios de comunición atacan a todos los que se atreven a denunciar alguna falsedad proveniente del género femenino.  El escándalo es casi siempre desproporcional.  A falta de argumento, show.  No espero que ahora sea diferente. 

Teniendo esto en mente me aventuraré a tratar de comenzar nuevamente mi vida sin mentiras, denunciando las mentiras que rodearon mi vida.  No sería correcto decir que toda una etapa de mi vida fué una mentira, también hubo aciertos y cosas positivas.  Pero estas memorias se basan en como mi vida cambió por culpa de una mentira convertida en mujer y como otras mentiras, también del género femenino, complementaron la gran mentira. 

En la autobiografía anterior expuse hechos reales positivos y negativos.  Estas memorias, por tratar casi exclusivamente el tema de las mentiras, se enfatizará lo negativo por tener la convicción de que las mentiras no pueden aportar nada positivo de forma permanente en la vida de los individuos.  Personalmente creo que los y las mentirosos(as) no deben gozar de capacidad moral para exigir respeto.  Por esta razón utilizaré mi discresión y mi conveniencia y no tendré respeto (hoy y nunca) hacia la mentira ni hacia los mentirosos(as).  Enfatizaré lo negativo sobre lo positivo y será responsabilidad del o de la mentirosa salvar su propia reputación de la forma y manera que estime conveniente.  Invito a todos(as) los(as) mentirosos(as) aludidos en estas mis memorias, a que escriban las propias y traten de despotricar las mias.  Llegó el momento de la confrontación.  La historia hay que contarla, para que no se repita.

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