lunes, 5 de febrero de 2024

Triste Felicidad

 

Pocas veces la felicidad, la alegría y las cosas buenas de la vida me inspiran a escribir. Y no creo que esté mal. Nacimos y vivimos para ser felices, esa es la meta, esa es la consecución de la vida. Si somos felices, que bueno, para eso vinimos. Pero si la felicidad no llega porque se va de vacaciones, nos defrauda, entonces nos ponemos a pensar, a reflexionar y nos preguntamos qué estuvo mal, que falló. Esos son los momentos que nos ponen a pensar donde fallamos y como no siempre podemos expresarnos y cuando podemos nadie nos escucha, ese es el mejor momento para escribir, escribir de corazón. Si en ese momento sentimos que nos estamos muriendo, no importa. Escribimos y resucitamos. Amén.